jueves, 10 de abril de 2014

Lo que nos une a todos.


Este fin de semana estuve en Portugal disfrutando de la cuarta prueba del mundial de rallys. Salimos de mi pueblo, Villanueva del Rey, el jueves a eso de las cuatro y media de la tarde, y cuatro horas más tarde estábamos por fin en tierras lusas. Serían las nueve cuando pasamos por el estadio del Algarve y a mí, dulce alma inocente, se me ocurrió parar sin pensar en que cuando nos fuéramos sería de noche. Pues bien, a las diez volvimos a emprender nuestra marcha hacia el tramo Silves, primero "serio" del rally. Con la seguridad que nos daba el GPS nos dirigimos hacia el punto que marcaban las coordenadas que ofrecía la página oficial (de donde sacamos horarios y demás parafernalia). No tardamos demasiado en averiguar que no había sido una buena idea detenerse en Algarve, pues un guardia nos paró cuando faltaban unos kilómetros para llegar a la zona marcada bajo el pretexto de que era una zona de seguridad, de evacuación, o algo así. Él, muy amable, fue a su coche a por un mapa y nos indicó que debíamos torcer dos veces a la izquierda para llegar al tramo. Confiados en sus palabras giramos donde nos dijo, pero creo que aún a día de hoy debe de estar riéndose de nosotros, porque consiguió perdernos... ¡durante casi tres horas! Foz do Ribeiro, Portimao, Albufeira, Silves, nos recorrimos casi todo el sur de Portugal hasta que paramos en una estación de servicio y un señor nos indicó, por fin, cómo puñetas llegar.


Cuando por fin alcanzamos nuestro destino y preparamos la tienda de campaña, dos de los amigos y yo decidimos ir a explorar el tramo. No sé si fue el Red Bull que tomó o fue su espíritu aventurero, pero el caso es que gracias al mediano en edad (siendo yo el más pequeño) encontramos un lugar precioso. Se trataba de un cortijo aparentemente abandonado que, situado en altura, tenía un porche desde donde se podían ver un par de buenas curvas, así que cuando salió el sol nos trasladamos aquí. Cogimos unas sillas que encontramos por allí y esperamos pacientes. Pero el principio de la historia que quiero contar hoy comienza ahora, cuando salió el sol. Nos habíamos hecho amigos de los dos "marshall" que se habían colocado allí (bendita Sagres y bendito poder de amistad), así que nos avisaron cuando estaba viniendo el dueño del aparentemente abandonado cortijo. Se trataba de un señor mayor, menudo, con cara de bonachón y bastante agilidad para la edad que debía tener. Ante nuestro asombro, el señor abrió su casa y se sentó con nosotros. Y digo ante nuestro asombro porque en España, al menos aquí en el sur, lo normal en esta situación es que el dueño se enfade y, en las ocasiones más extremas, te eche del lugar. Pues bien, poco después de aparecer este hombre apareció otra mujer, menuda como él, que debía rondar su misma edad. Tras la primera pasada la zona, que había estado habitada sólamente por nosotros, se llenó de gente. Franceses, portugueses, españoles, belgas... y de nuevo, ante mi asombro personal, los dueños del cortijo comenzaron a repartir naranjas. Sí, preguntando que si estábamos cansados el hombre sacó un saco lleno de naranjas y empezó a repartir a todos, insistiendo a todo aquel que no quería. Por su parte, la mujer sacó una especie de licor muy fuerte tradicional de allí y le ofreció a todo aquel interesado en probarlo. Por si esto no fuera suficiente, un amigo de puso un poco pachucho y la señora, amable como ella sola, le llevó dentro y le tumbó en la cama, arropándole después.


Y allí estábamos, casi treinta personas, todos en un grupo, hablando y riendo, compartiendo anécdotas, poniendo a prueba el idioma en que tuviéramos que hablar pero entendiéndonos todos, comiendo naranjas de aquella pareja (primos según me dijo él) de la que no tengo adjetivos suficientes para describir. ¿Quién dijo que el idioma o las costumbres eran un problema? Por un día, por aquel momento, no me sentía español, ni portugués, ni belga, ni francés; me sentía ciudadano de un país llamado mundo y estaba unido a otras treinta personas por una misma pasión, los rallys. ¿Mágico? No sabéis cuánto...



















domingo, 19 de enero de 2014

Rally Monte-Carlo.

Un rally con decenas de historias, un campeón afortunado y un piloto privado en mitad del podio...

Habíamos pasado una semana con ese nerviosismo típico que nos entra antes de comenzar una nueva temporada. Preguntas sin respuesta y miradas hacia todos lados. Mónaco se ponía sus mejores galas (si es que alguna vez se ha despojado de ellas) y Gap le secundaba para recibir al elenco de pilotos que protagonizarán este año 2014. El primero en partir hacia la batalla era Sébastien Ogier, campeón del pasado mundial y claro aspirante al título.


La locura se iba a desatar desde el primer tramo. Neuville decía adiós en su estreno con Hyundai en el sexto kilómetro y Kubica se colocaba líder por delante de Bouffier y Ogier. El polaco se mantendría en lo más alto hasta que, en el tercer tramo, se viera superado por Bouffier, Meeke y Sordo quien, además, iba ganando terreno poco a poco. Sí, Dani daba miedo, pero poco le duraría la sonrisa. Después de terminar el primer bucle un problema en la batería dejaría el debutante i20 WRC "K.O.", con lo que la armada coreana decía adiós de manera muy prematura al rally. 
Entretanto Ogier, que comenzaba a despertar, marcaba su primer scratch y apretaba las cosas arriba. El francés apretaba y se colocaba líder, arrebatando el liderato a su compatriota Bryan Bouffier. Con el abandono de Kubica y los continuos golpes de Ogier el 'Monte' parecía estar decidiéndose poco a poco, casi kilómetro a kilómetro. 

Y así se llegaba al sábado. El Turini aguardaba paciente y blanco la llegada de los coches. La primera pasada no dejó grandes diferencias, por lo que a falta de tres tramos el rally quedaba casi decidido. En Sospel, bajo una torencial lluvia, Ogier marcaba el tiempo más rápido. La segunda pasada por el Turini no se realizaría debido a la nieve (se había formado un tapón con el doble cero, Melicharek, Hirvonen y Mikkelsen). Y llegó la Power Stage, que sería retransmitida en directo por Canal + Deportes (como la anterior pasada por Sospel entre otros tramos). Bajo la negra noche y entre la niebla Latvala salía con ruedas de clavos sin clavos dispuesto a llevarse los tres puntos. Nadie conseguiría rebajar su tiempo y sólo Ogier le inquietaría con una remontada de varios segundos a mitad del tramo que, finalmente, dejaría la distancia en dos décimas. El último punto de la especial se lo llevaría Kris Meeke. 

Por lo tanto victoria final para Sébastien Ogier, seguido de Bryan Bouffier y Kris Meeke. Mikko Hirvoenen sufrió problemas en la batería y, a mitad de tramo, se vio obligado a parar. 

CLASIFICACIÓN FINAL: 
1º- Sébastien Ogier (Volkswagen Polo R WRC)
2º- Bryan Bouffier (Ford Fiesta RS WRC) +1:18.9
3º- Kris Meeke (Citroën DS3 WRC) +1:54.3
4º- Mads Ostberg (Citroën DS3 WRC) +3:53.9
5º- Jari-Matti Latvala (Volkswagen Polo R WRC) +6:08.9
6º- Elfyn Evans (Ford Fiesta RS WRC) +8:37.4
7º- Andreas Mikkelsen (Volkswagen Polo R WRC) +11:42.3
8º- Jaroslav Melicharek (Ford Fiesta RS WRC) +21:56.2

VÍDEOTECA:

lunes, 6 de enero de 2014

Jänner Rallye.

Ganó Kubica en un final de infarto...

Final de las vacaciones de Navidad y vuelta al trabajo para muchos. Después de unas vacaciones vuelvo a Rally Passion, y qué mejor forma de hacerlo que con el Jänner. 

Era la primera prueba del año. El temprano Jänner Rallye se presentaba en condiciones muy parecidas a las del pasado año: piso muy resbaladizo y expectativas renovadas de cara a la nueva temporada. 55 equipos engrosaban una lista de inscritos donde destacaban las apariciones de Robert Kubica a lomos de un Ford Fiesta RRC (después de la polémica con Lotos) y estrenando copiloto, Vaclav Pech en su ya habitual Mini JCW S2000, Andreas Aigner en el Peugeot 207 S2000 o Raimund Baumschlager con el Skoda Fabia S2000. También eran destacables y atractivos los tres R5 de Kajetanowicz, Valousek y Odlozilik.
"Kajto" iba a ocupar la primera plaza del rally durante los tres primeros tramos, pero un sensacional y sorprendente Baumshclager se la arrebataría tras marcar el scratch en el cuarto con ocho segundos y medio de ventaja sobre el R5, justo después de las primeras asistencias. Mientras, por detrás, Kubica, Pech y Kajetanowicz realizaban un baile de posiciones constante, acercándose cada vez más al de Skoda. Sería finalmente Vaclav Pech quien saborearía las mieles de ir en cabeza en el tramo de Schönau. 'Kajto' tendría que retirarse en la segunda pasada por Oswald tras un toque. Finalmente Kubica se acostaría líder con tan sólo 6.4 segundos de diferencia con el checo. Tercero sería Baumshlager, a veinte segundos ya de la cabeza.

El domingo amanecía con Pech marcando scratch y acortando las distancias con el ex piloto de Fórmula 1. Y así, en el segundo tramo del día, el del Mini ya era líder, condición que mantendría hasta casi el final. Y es que en la última pasada por Bad Zell - Tragwein - Aistal sería Kubica quien marcara un sensacional scratch y le metiera, en ese tramo, más de medio minuto a Pech, por lo que el polaco se llevaba el rally austríaco, primera prueba del ERC de este año.



CLASIFICACIÓN FINAL:

1º- Robert Kubica (Ford Fiesta RRC)
2º- Vaclav Pech (MINI JCW S2000) +19.9
3º- Raimund Baumschlager (Skoda Fabia S2000) +1:38.9
4º- Beppo Harrach (Mitsubichi Lancer EVO IX R4) +3:00.3
5º- Jaromir Tarabus (Skoda Fabia S2000) +3:39.6
6º- Andreas Aigner (Peugeot 207 S2000) +4:33.4
7º- Vasily Gryazin (Ford Fiesta S2000) +6:27.4
8º- Roman Odlozilik (Ford Fiesta R5) +7:16.3

VÍDEOTECA: